A
raíz de esos viajes, me di cuenta de que es erróneo pretender que las personas nos
duren para siempre, no sólo porque todos estamos en constante movimiento, sino
porque no existe el amigo ideal, ni el amor ideal: existe el amigo de ahora, el
amante de ahora, y mañana será otro día.
Javier
Pérez Andújar vuelve a no dejarnos indiferentes con su nuevo libro, un libro reivindicativo donde el autor nos habla de Barcelona, de la diferencia de clases, de política, sí, pero sobre
todo (y como es habitual en él) de sentimientos:
“Mi bosque de los espíritus va a ser San
Adrián, esto es lo que estoy diciendo todo el rato y para eso escribo este
libro. Pero cada vez que vuelva al bosque, lo que encontraré serán edificios
nuevos y mucha gente que no conozco. Las almas resulta que me las he llevado en
los viajes”.
Al igual que
el autor, llevo conmigo algunas de las almas que he conocido a lo largo de la vida y en
esos días ñoños en los que sientes el invierno y la soledad calarte la coraza,
en esas horas solitarias, recuerdo a mi amigo Rui con su inseparable balón y su
sonrisa sincera siempre dispuesto a hacerte reír; a mi querido Rachid, al que
buscaba en el tren el otro día cuando creí adivinar su rostro marroquí; a Amal,
a Corie, a Marieke y a tantos otros cuyos nombres no logro recordar.
Somos sin duda alguna las
personas que hemos conocido. Para todas esas almas: gracias por el viaje.